«Ecos del Silencio» reúne un conjunto de obras que exploran historias personales ligadas a la realidad social, poniendo el foco en los traumas infantiles y en las cicatrices invisibles que dejan. A través de las obras presentadas, las artistas enseñan estas heridas ocultas, invitando al espectador a romper el silencio y a mirar de frente las realidades que se esconden tras una aparente normalidad.
El título de la exposición, «Ecos del Silencio», sugiere la persistencia de estos traumas en la vida adulta, resonando como un susurro que sigue afectando la identidad, las relaciones y la percepción del mundo. Las artistas exploran cómo el silencio impuesto o autoimpuesto, tanto a nivel personal como colectivo, perpetúa el sufrimiento y convierte las vivencias traumáticas en un legado emocional que atraviesa generaciones.
El arte, como un espejo de la sociedad, refleja los conflictos, tensiones y esperanzas de cada época. En esta exposición, las problemáticas sociales se traducen en obras cargadas de simbolismo y sensibilidad. Desde lo íntimo y personal hasta lo colectivo, las artistas canalizan estas experiencias dolorosas para ofrecer una narrativa visual que lleva al espectador a cuestionar los mecanismos de silencio y ocultamiento que prevalecen en nuestra cultura.
A lo largo de la historia, el arte ha sido una herramienta para visibilizar injusticias y expresar aquello que las palabras no pueden transmitir. En «Ecos del Silencio», este poder del arte se manifiesta en obras que denuncian la violencia y el sufrimiento infantil. Al investigar los traumas infantiles desde una perspectiva artística, esta exposición no solo busca dar voz a las heridas ocultas, sino también ofrecer un espacio de sanación y de toma de conciencia sobre l a importancia de romper con los ciclos de silencio que perpetúan el dolor.
Así, «Ecos del Silencio» nos invita a reflexionar sobre las dinámicas sociales que siguen perpetuando el sufrimiento de los más vulnerables y a cuestionarnos el papel que, como individuos y como sociedad, tenemos en la creación de un entorno donde esas heridas puedan ser reconocidas y sanadas.
Sobre las artistas
Paula Rello
Biografía
Nacida en Madrid en 1999, Paula Rello es graduada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en 2022, con formación internacional gracias a su participación en el programa Erasmus en la Hildesheim Universität, Alemania, en el mismo año. Actualmente, sigue perfeccionando sus habilidades en la Escuela Nigredo de Madrid (2024 /2025).
A pesar de su juventud, ha desarrollado una prolífica carrera artística, participando en numerosas exposiciones colectivas tanto a nivel nacional como internacional. Entre sus exposiciones más destacadas se encuentran *Exvotos* (2020) organizada por la UCM en la Sala de Exposiciones de Las Rozas (Madrid), y la exposición de arte joven *Sketchbook Vol. 1* (2021), organizada por Blanco Gallery en Londres. En 2021 participó en *El cuerpo habitado*, una exposición organizada por Sanofi, que tuvo lugar en el Hotel Meliá Castilla y el Congreso de los Diputados en Madrid.
En 2022, su trabajo fue exhibido en la Bienal de Pintura del Principado de Asturias y en la exposición internacional de grabado organizada por la Hildesheim Universität durante Documenta 15 en Kassel. En 2023, participó en el VII Salón de Pintura Realista de Palencia en el Palacio de la Diputación y en la exposición *Contexto urbano y sociedad* (2024), organizada por la Universidad Politécnica de Valencia.
Su trayectoria ha sido reconocida con varios premios y menciones. En 2022, obtuvo el Primer accésit en el concurso de pintura *Respirart* y fue seleccionada en el Premio Bienal de Pintura del Principado de Asturias. En 2023, recibió el Tercer Premio en el VII Salón de Pintura Realista de Palencia.
Obra
Su obra abarca diversas disciplinas, incluyendo el dibujo, la pintura, la escultura y el grabado, con una constante exploración del cuerpo humano y su interacción con el espacio. La obra de Paula Rello se caracteriza por una exploración profunda de los fenómenos sociales contemporáneos, abordados desde una perspectiva crítica y estética. Con un enfoque multidisciplinar que abarca tanto la investigación teórica como la expresión plástica, Paula convierte cuestiones sociológicas complejas en imágenes cargadas de simbolismo y reflexión.
Uno de los temas recurrentes en su obra es la tensión entre la infancia y la adultez, un diálogo que se manifiesta en su interés por explorar la infantilización social y el rechazo a la madurez en la sociedad actual. A través de sus pinturas, Paula captura la contradicción entre la añoranza de una inocencia idealizada y la resistencia a asumir las responsabilidades propias de la vida adulta. Su serie de obras pictóricas funciona como un «retrato generacional», donde las figuras representadas oscilan entre lo lúdico y lo inquietante, sugiriendo la ambivalencia emocional que caracteriza este fenómeno.
Estéticamente, la obra de Paula Rello se define por su uso sutil del color y la composición, que crean atmósferas introspectivas y a la vez críticas. Las imágenes, a menudo figurativas, presentan una narrativa visual que invita al espectador a cuestionarse sobre la construcción cultural de la infancia y la adultez, así como sobre las dinámicas de poder y control que operan en estos procesos.
El trabajo de Paula trasciende lo meramente estético para convertirse en un ejercicio de reflexión social. Cada pieza no solo es una manifestación visual, sino también un medio para interrogar las normas y valores que moldean nuestra percepción del ciclo vital. Con una mirada aguda y sensible, la artista logra convertir lo cotidiano en una metáfora de las tensiones que atraviesan nuestra sociedad.
Marta Qin
Biografía
Nacida en China (1999), es graduada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, donde completó sus estudios entre 2017 y 2021. Posteriormente, amplió su formación en Fundición Artística en la Escuela de Arte La Palma de Madrid y en la Madrid Academy of Art.
Desde sus inicios, Marta ha demostrado un gran interés por la figura humana y la pintura realista, habiendo participado en múltiples cursos y talleres con artistas reconocidos como Vicente García, Antonio López y Natalia Segovia. En 2019, realizó el curso “Dibujo y Pintura de la Figura Humana” en la Academy of Art de Barcelona, lo que consolidó su técnica y visión artística.
A lo largo de su joven carrera, Marta ha expuesto en diversas galerías y espacios culturales de renombre. En 2021, debutó con su exposición Realidades en el Centro Cultural ‘El Salvador’ de Talavera de la Reina. A partir de ahí, su obra ha sido presentada en distintas ciudades como Madrid y Barcelona. Entre sus exposiciones más destacadas se encuentran Camino en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid (2022), Qualia en el Palau Dalmases de Barcelona (2022) y Artistas realistas en El Sitio S, Madrid (2023).
En 2024, Marta ha sido invitada a exponer en importantes espacios como la Galería Nueva en Madrid y el Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) en Barcelona, reafirmando su posición como una de las artistas emergentes más prometedoras en la escena del arte contemporáneo español.
Su obra, caracterizada por un detallado realismo y una profunda sensibilidad hacia la figura humana, forma parte de varias colecciones privadas y está siendo cada vez más reconocida en el panorama artístico.
Obra
La obra de Marta Qin explora las complejidades de la identidad y la pertenencia a través de una narrativa personal enraizada en su experiencia como persona adoptada de origen chino en España. Utilizando el arte como medio de autoconocimiento y búsqueda, Qin aborda la tensión entre sus raíces y su vida en una cultura distinta, indagando en el limbo identitario que surge de vivir entre dos mundos.
En sus trabajos, la artista crea un espacio para reflexionar sobre la dualidad que enfrentan muchas personas migrantes y adoptadas, donde la pregunta «¿dónde pertenezco?» se convierte en un eje central. Esta sensación de estar atrapada entre dos culturas, sin llegar a encajar plenamente en ninguna, se manifiesta en sus obras a través de la fragmentación, la superposición de elementos y la yuxtaposición de símbolos culturales de Oriente y Occidente.
El arte de Marta Qin es tanto un proceso de sanación como de exploración. Al revisar y reinterpretar su pasado, sus creaciones actúan como puentes que conectan su origen y su presente. A través de técnicas mixtas y una estética introspectiva, sus obras no solo evocan la nostalgia y la búsqueda de raíces, sino también el conflicto interior que surge al navegar entre identidades diversas.
Sus piezas son narrativas visuales cargadas de sensibilidad, donde las fronteras culturales y emocionales se desdibujan. Marta Qin convierte su experiencia personal en una reflexión más amplia sobre lo que significa pertenecer, tanto a un lugar físico como a una comunidad, explorando los sentimientos de desarraigo, ambigüedad y reconstrucción de la propia identidad.
Ira Torres
Biografía
Nacida en Zaragoza en 1991, es graduada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca.
A pesar de ser una artista muy joven, ya tiene una carrera profesional muy dilatada. En 2023 fue nombrada Artista Joven del Año por la AACA (Asociación Aragonesa de Críticos de Arte) y recibió la beca Bodegas ENATE para producción; en 2022 ganó el Primer Premio Call for Artist USJ (Universidad San Jorge) y en 2020 ganó el Primer Premio Arte Aparte de La Carolina (Jaén). Ha participado en ferias nacionales (Estampa, JustMad y Urbanity) e internacionales (Manchester Contemporary) con galerías como Modus Operandi (Madrid), Galería Mayoral (Madrid) y Canal Gallery (Barcelona). Ha expuesto en museos como el Pablo Gargallo (Zaragoza), instituciones como Fundación CAI (Zaragoza) y salas de exposiciones como la del Ayuntamiento de La Carolina (Jaén).
Su obra forma parte de colecciones institucionales como Fundación Ibercaja, Fundación CAI, New Collectors, Musarco y el Ayuntamiento de La Carolina, además de colecciones particulares.
Obra
Como acertadamente esboza el título que Ira Torres ha elegido para la muestra “Dying since 1991” –moribundo o agonizando desde 1991–, es un emblema que hace referencia al mood en el que muchos jóvenes de hoy se ven representados. Una palabra que, casi como un lamento, suspiro u onomatopeya por su carga connotativa, alude al estado anímico en el que se encuentran las últimas y nuevas generaciones, que han llegado a un mundo que desearían cambiar y por el cual vagan casi arrastrándose bajo el peso de la presión social o el desencanto emocional, entre otros. Ira conoce bien esos “moods” sobre los que investiga en su obra, ya que los ha experimentado en su propia piel.
Es precisamente en la serie de pinturas “IM OKEY” donde la artista profundiza en el sentimiento colectivo de su generación, mostrando un lado más íntimo y personal, poniendo a sus amigos como protagonistas de un lugar en cuya atmósfera se intuye cierto hastío, tristeza y nostalgia hacia un mundo ideal, aludido de manera irónica a través de colores vivos y monstruos de peluche. Los personajes sonríen mostrando sus perfectas dentaduras mientras se aprecian las heridas de un alambre de espino que ha pasado sobre ellos, o bien aparecen hundidos en una montaña de coloridos y blanditos juguetes de Pokémon, con sus rostros cubiertos de magulladuras, cardenales y sangre.
Ira hace referencia a esa imposición del mundo contemporáneo que nos fuerza a mostrarnos felices a pesar del dolor que podamos estar padeciendo: individuos-víctimas de la happycracia y la impostura, que cubren su tristeza con colores luminosos, unicornios y arcoíris, para que nadie piense que la vida les está yendo mal. La omnipresente felicidad acaba transformándose en una vacua herramienta de poder y toma de decisiones bajo argumentos de autoridad, ofreciendo pseudo-soluciones que solo desdibujan la verdadera causa de los problemas.
Ser –o aparentar ser– feliz es sinónimo de triunfo, fama y gloria. Aunque la mayoría de los jóvenes de esta generación se consideran insatisfechos con la época que les ha tocado vivir, marcada por una profunda depresión económica que disolvió de forma prematura sueños sustentados en el esfuerzo, la disposición y un sistema meritocrático permeable a la excelencia. La incertidumbre preside un futuro borroso, a pesar de la implicación en movimientos sociales, culturales o políticos.
Las reivindicaciones por la igualdad de derechos y obligaciones laten más fuertemente que nunca. La ayuda humanitaria ante las necesidades derivadas de conflictos se multiplica. Pero, a pesar de todo esto, ocurre lo que el escritor inglés Simon Sinek describe lúcidamente: “los millennials son las ruedas que hacen girar un mundo estresado, infeliz y abocado a la insatisfacción perpetua”. Idea que Ira contempla en su trabajo, aunque bajo un prisma donde late una luz vibrante y esperanzadora que nos hace pensar que todo acabará bien.